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sábado, 15 de marzo de 2008

Diario Gestión de Perú destaca los conflictos sociales

La responsabilidad empresarial y el desarrollo económico

El Perú es hoy protagonista de uno de los ciclos de expansión económica más largos en la historia de América del Sur; los niveles de crecimiento manufacturero, alcanzando tasas de dos dígitos durante casi todo el año pasado.

Vienen mes a mes marcando nuevo hitos y nuevos retos, por lo que nuestro país es considerado por algunos expertos como un ejemplo y podría marcar una pauta para el desarrollo de la región.

Dicho crecimiento no se circunscribe únicamente a sectores tradicionales, como la minería, donde el efecto de la demanda de materias primas de la China se constituye como un motor sin precedente para el crecimiento; sino también se verifica en sectores manufactureros no tradicionales, que crecen por la dinámica del mercado peruano y por las ventajas que se consolidaron con el ATPDEA y que se verán ampliadas con el Acuerdo de Promoción Comercial que nuestro país ha firmado con los Estados Unidos.

Descontento y conflicto social

Sin embargo, el entusiasmo de este crecimiento macroeconómico contrasta con el alto nivel de descontento y conflicto social, que se vive en diversas partes del país, lo cual en muchos aspectos sigue impidiendo el despegue definitivo de la economía peruana y su paralelo desarrollo social integral.

La responsabilidad empresarial es un tema que viene siendo trabajado desde hace algún tiempo en el ámbito público y privado, como eje que aporta competitividad, sostenibilidad y desarrollo en las organizaciones y que es un imperativo de la gestión empresarial y no una simple y pasajera moda.

Son parte esencial de la responsabilidad de la empresa en la sociedad las buenas prácticas de gobierno corporativo y sanas políticas financieras, junto a las buenas prácticas de manufactura y respeto al medio ambiente, además del cumplimiento de estándares laborales y atención al factor humano.

Responsabilidad empresarial

Cada vez es más frecuente que se observen decisiones gerenciales enfocadas hacia el desarrollo de plataformas de responsabilidad empresarial que apoyan la definición e integración de prácticas éticas y socialmente responsables a la gestión de una organización, y que son necesarias para generar confianza en los mercados, como son el actuar de manera adecuada, asumir las consecuencias por aquello que se efectuó, conocer el impacto de dichas acciones, así como evidenciar sus riesgos, debilidades, oportunidades y fortalezas.

Cada paso del proceso productivo tiene oportunidades puntuales para ser éticamente responsables en la sociedad, integrando a los agentes de la cadena productiva y demás relacionados directos e indirectos, logrando un desarrollo sostenible de empresa y sociedad.

Es en este contexto que surge con más fuerza la necesidad de aplicar las iniciativas de responsabilidad corporativa, que buscan dar una solución, desde la perspectiva empresarial, a este profundo problema del país. Sin embargo, estos planes de los que tanto se habla, ¿constituyen la respuesta adecuada? ¿Cómo deben aplicarse? ¿Qué son? ¿Plantean realmente una solución o son simples paliativos o tímidas respuestas, fuera de la dinámica propiamente empresarial?

Al hablar de Responsabilidad Social, normalmente con el bien intencionado ánimo de sensibilizar al empresariado, se muestran iniciativas que buscan superar los problemas que como país nos afectan, como son los elevados niveles de pobreza, la falta de servicios públicos en educación y salud, principalmente.

Responsabilidad viene del latín "rispondere", dar una respuesta. Se trata de "responder" por los propios actos, como consecuencia del ejercicio de la libertad, del accionar libre de una empresa.

La empresa, si bien ejecuta actos económicos, es en esencia un grupo de personas que forman el "cuerpo", de ahí el nombre de corporación que se centra sobre su dimensión humana. La corporación surge por la iniciativa del empresario y actúa en la sociedad vía sus políticas y la oferta de bienes y servicios.

En este contexto, cabe preguntarse sobre el cómo realiza la empresa, su responsabilidad en la sociedad, cómo debe actuar. Es decir, ¿se trata de una responsabilidad "hacia fuera" con relación a la sociedad y sus problemas?, o debe actuar con relación a su propio entorno, ¿"hacia dentro"?

Una nueva mirada

Debemos mirar la responsabilidad corporativa como una estrategia de desarrollo para nuestras empresas, no hacia fuera, sino en el ámbito propio del proceso productivo de cada empresa, con una mirada "hacia dentro", poniendo a punto nuestras políticas, bajo las premisas de las buenas prácticas, no solo financieras, de gobierno o de producción, sino, y sobre todo, en los aspectos de las condiciones laborales y protección ambiental.

Generar esta nueva "cultura empresarial" al interior de cada empresa, tendrá una innegable repercusión "hacia fuera", un efecto multiplicador directo, perdurable y profundo, tal como se hiciera en su momento con el concepto de calidad total, extendido hoy en día en todo tipo de actividad.

Este es el ámbito social de la responsabilidad de la empresa, sin dejar de lado las acciones voluntarias de solidaridad, en favor de grupos diversos.

Es por tanto evidente que la empresa actúa en la sociedad, la cual es una compleja red de relaciones socioeconómicas, que no pueden aislarse unas de otras y en la cual nos encontramos inmersos todos, interdependientes los unos de los otros, por lo que los actos de unos repercuten directa o indirectamente, positiva o negativamente, en el bienestar de los otros, y por ende en el desarrollo y fisonomía del país.

El hecho de estar en el centro neurálgico de esta red de vínculos, supone un rol social protagónico ineludible, que debiera ser ejercido con un claro liderazgo empresarial. Por tanto, la responsabilidad corporativa es inherente al ejercicio de la libertad, y entonces irrenunciable.

Es un reto lanzado al empresario moderno que tiene ante sí la posibilidad de influir en la sociedad en la que vive, en forma directa y pragmática. Es también un imperativo que se le presenta, producto de los cambios sociales que traen los tiempos.

 

 

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