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lunes, 18 de febrero de 2008

Nuevas formas de potencar RSE en España.

Consejo Estatal de la RSE en España y ¿ahora cómo?

Las alianzas público-privadas y la RC de la Administración deberían ser dos de sus prioridades

Núm. 191 | 19.02.2008

La llegada de un Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas es una noticia de notable interés para la evolución de esta materia en España. Indica, sin duda,  la voluntad del Gobierno de  jugar algún papel en su desarrollo  y le dota de cierta institucionalidad.


Es muy pronto, sin embargo, para  echar las campanas al vuelo. Lo aconsejable es la prudencia, la toma de distancia y la consideración de que lo relevante no es el nacimiento del Consejo sino cuál vaya a ser su función.  Aunque se han anticipado algunos datos al respecto, la información todavía es imprecisa.


En esta línea, esperamos que el Consejo supere los lugares comunes de la difusión, sensibilización y desarrollo de la Responsabilidad Corporativa para apropiarse de atribuciones más propias de su naturaleza.  Es decir, las de un órgano de carácter estatal tan diverso en su composición y, por tanto, capaz de dar una visión amplia de la realidad social y ambiental española. Por ejemplo,  sería interesante que  asumiera, entre otros, dos objetivos: orientar  las alianzas público-privadas  y sustanciar una política de responsabilidad social para la Administración Pública.


La globalización obliga cada vez más a utilizar un modelo de gestión económico, social y ambiental que requiere del trabajo conjunto de todas las partes.  Gobiernos, empresas  y organizaciones civiles se deslizan hacia nuevos espacios de convivencia y trabajo para afrontar los problemas que afectan a la sociedad en su conjunto.  Aunque ya se ha producido cierto grado de evolución natural en este proceso, fruto de la urgencia de asuntos como el cambio climático, es  conveniente fomentar esta dinámica  y desarrollar un aprendizaje en este tipo de alianzas. El Consejo, como instrumento público que desea promover el compromiso social y ambiental privado, debería ser la entidad pública que creara un marco de trabajo para estas  colaboraciones.


En concreto,  un Consejo Estatal de la RSE sería la plataforma perfecta para definir los asuntos prioritarios de intervención social y ambiental en España. Un diagnóstico de este tipo tendría dos efectos positivos. Por un lado, constituiría una herramienta inestimable para alinear esfuerzos  públicos y privados -potenciando la eficiencia  y el impacto de las iniciativas tanto individuales como conjuntas-, lo  que sin duda permitiría profundizar en los problemas más relevantes, alcanzar mayores logros y  facilitar mediciones más precisas de estos mismos impactos. Esta información se convertiría, por otra parte,  en un elemento de referencia para  las entidades que evalúan a las empresas españolas  en términos de sostenibilidad.  Conocidos los problemas y necesidades, podrían entrar a valorar  la coherencia de las políticas de RC de las compañías con mayor objetividad.  


A través del  Consejo Estatal de RSE  la Administración podría encontrar un nuevo espacio para la colaboración internacional con las multinacionales españolas. Si el Consejo tuviera atribuciones específicas en el campo de las estrategias y colaboraciones vigentes en la cooperación internacional sería viable afrontar una difusión estratégica y organizada de las prácticas empresariales de RC fuera de nuestras fronteras. Los Fondos de Ayuda al Desarrollo y los Mecanismos de Desarrollo Limpio son algunos ejemplos de dinámicas de trabajo público-privado directamente relacionadas con la RC que ya están en funcionamiento.
 Tal idea viene reforzada por el hecho de que las empresas multinacionales españolas y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) mantienen intereses comunes que se podría formalizar en una política conjunta de Responsabilidad Corporativa, articulada desde este Consejo Estatal. La celebración en noviembre del  segundo taller de RSE de Fundación Carolina titulado "La cooperación exterior en América Latina: las empresas españolas y las alianzas público-privadas"; y el contenido del Plan Director de la Cooperación Española 2005-2008, apuntan en esta dirección.


Precisamente este último documento afirma que  la Cooperación Española "dirigida a aumentar las capacidades económicas, atenderá, preferentemente, a estos seis aspectos: apoyo a la micro y pequeña empresa y a la empresa de economía social; fortalecimiento de los sectores productivos; dotación de infraestructuras; fortalecimiento de las capacidades institucionales; apoyo a la inserción internacional; y apoyo a las cooperativas de comercio justo". Un enfoque compartido por los proyectos de Responsabilidad Corporativa de muchas multinacionales que apuestan por las mismas líneas de intervención.


Por último y no menos importante, el Consejo Estatal de la RSE debería venir a desarrollar la responsabilidad social y ambiental de la propia Administración del Estado y de todo el entramado de empresas públicas que de ella dependen.  Es prioritario que el Consejo profundice en la coherencia del discurso público de promoción de la RC y lo aplique a sus propias actividades, asumiendo sus estándares y principios para ponerlos en práctica en todas sus herramientas de gestión. La empresa pública es en cualquier caso empresa y el Estado, el mayor gestor y administrador, por tanto, no puede eximirse de la práctica y el ejercicio de la Responsabilidad Corporativa. El ejemplo de otras administraciones europeas, como la británica, pone de manifiesto cuán lejos se encuentra España de la vanguardia en estos temas.


El Consejo Estatal de la RSE puede llegar a ser un potente dinamizador de la Responsabilidad Corporativa, elevando su grado de eficiencia, impacto y difusión. Una  verdadera herramienta  del siglo XXI definida por la innovación, el conocimiento y el compromiso social que lleve a las empresas  y la Administración española a ser un referente en Responsabilidad Corporativa. Esta debe ser la apuesta, sin embargo,  por ahora lo que queda es mantenerse a  la expectativa.

 

http://www.responsables.biz/editoriales/Consejo-Estatal-de-la-RSE-en-Espana-y-ahora-como

 

 

ISO 2600: ¿Más allá de RSE?

Buscan extender prácticas empresas con certificación de responsabilidad social
Fecha: 18 de febrero del 2008
Reportero: Gabriel Fernández

Fuente: Once Noticias

La mala imagen que pueden dar a las grandes empresas sus proveedores o distribuidores al incumplir leyes ambientales o laborales afecta significativamente su negocio.

Laura Iturbide, directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac, expresó: "efectivamente muchas veces las grandes empresas no saben con quién trabajan y al final lo que nos decía una empresa clave, no importa qué tantos monitores pudiera hacer buenos, si el distribuidor no apoyaba al consumidor a hacer una buena elección".

Empresas que cumplen con certificaciones de responsabilidad social buscan hacer extensivas estas prácticas a sus cadenas de producción y de venta.

"Estamos en un nivel de las empresas grandes, esas empresas que sus corporativos están en Europa o en Estados Unidos y que por mandato de sus oficinas centrales les llegan los lineamientos o que cumplan con algunos estándares y con las PYMES vamos un poco rezagados", comentó Jorge Reyes, de IDEA Responsabilidad Social, de la Universidad Anáhuac.

Pero no sólo las trasnacionales están preocupadas por la responsabilidad social en los países industrializados y en desarrollo, organismos sindicales, ong ambientales y laborales, instituciones académicas y organismos internacionales desarrollan una nueva norma ISO a nivel global.

"Están todos los temas laborales, el tema de los derechos humanos, la relación con los inversionistas, con los clientes, los proveedores, el gobierno, los accionistas y las últimas dos áreas son la parte de medio ambiente y el impacto social y comunitario que pueda tener la empresa", indicó Jorge Reyes.

"La ISO 26000 es la última generación de la calidad, porque una empresa que no produce con calidad y que no compite en lealtad y que no valora a sus asociados como el activo más importante de su empresa, es una empresa que no va a poder subsistir en el largo plazo", apuntó Laura Iturbide.

Esta norma de ISO 26 mil podría estar listo para el año 2010.

jueves, 14 de febrero de 2008

Colombia: RSE rentable

 

Empresas con responsabilidad social

Enrique Camacho Matamoror

"La responsabilidad social de las empresas en Colombia, no es solamente un componente filantrópico, es un aspecto que puede resultar altamente rentable para las compañías".

Así lo consideró Enrique Camacho Matamoros, presidente de Pizano, y quien participó ayer del Foro de Gerentes promovido por la Cámara de Comercio de Pereira.

La responsabilidad social no debe aplicarse con una visión de retribución inmediata, por el contrario es una inversión a mediano y largo plazo, que indudablemente beneficiará a la empresa que lidere el proceso.

El Presidente de Pizano S.A. consideró de otra parte que la Ley Forestal, que actualmente hace trámite en el Congreso de la República, no satisface totalmente las expectativas de productores, comercializadores y el país en general, "se quiere diseñar la cosa perfecta y no se llegará a nada, la Ley Forestal puede tener imperfecciones, pero mientras tanto se puede trabajar con ella", consideró Camacho Matamoros.

"Se podría pensar en una Ley Marco y a partir de allí, complementarla; pero ahora estamos presenciando la intención de abarcar todo y solucionar todo, con un muy seguro resultado de insatisfacción".

Frente a la compañía Pizano S.A., el directivo explicó que a la fecha ha crecido paralelo al crecimiento del PIB, casi del 6 por ciento, muy de la mano de las industrias de la construcción, madera y muebles.

"Pese a las dificultades de la revaluación ha sido un sector en constante crecimiento, del orden del 15 por ciento llegando a ventas en el último año de 191 mil millones de pesos, y utilidades de 20 mil millones después de impuestos", dijo.

lunes, 11 de febrero de 2008

RSE y rentabilidad

Un buen programa de RSE mejora la rentabilidad empresaria 
 
   
Estudios recientes demuestran que, a nivel mundial, las compañías que desarrollan programas de RSE obtienen mayores beneficios que aquellas que no implementan ningún tipo de acciones. La mayor exigencia proviene de los mismos consumidores.
 
 
Casos paradigmáticos  
 
En un contexto en el que los consumidores son cada día más exigentes y participativos, la Responsabilidad Social se impone en el mundo empresarial, no sólo como un factor de buena voluntad sino como una ventaja competitiva.
 
 
  Está comprobado que la RSE contribuye a la generación de una imagen de confianza de las empresas y sus directivos hacia los mercados. 
 
  "La cultura global de las organizaciones está alineándose hacia una competitividad sostenible que tiene como paraguas a los conceptos que podemos encuadrar bajo la RSE, entendiendo que no hablamos de un corpus cerrado sino en movimiento", afirma Laura Dellacasa. 
 
  En Argentina las acciones de RSE más comunes realizadas por las empresas son las vinculadas con la comunidad. 
 
  Los especialistas aseguran que las empresas que logran superar estos inconvenientes y poner en marcha planes de RSE, logran importantes beneficios para su negocio.
  
  
    
"Hoy es cada vez es más difícil diferenciarse por el producto, lo que más importa es el valor extra que la empresa otorga al cliente/consumidor", asegura Laura Dellacasa, directora de la consultora especializada en Responsabilidad Social Empresaria, DellaCasa & Castillo Consultores.
 
Diversos estudios demuestran que, a nivel mundial, las compañías que desarrollan programas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) obtienen mayor rentabilidad y beneficios que aquellas que no implementan ningún tipo de estas acciones.
 
Es que está comprobado que la RSE contribuye a la generación de una imagen de confianza de las empresas y sus directivos hacia los mercados.
 
Para demostrar esta afirmación, sólo bastan algunos ejemplos. En 1991, la compañía General Electric sufrió un duro embate a sus finanzas, luego de que se difundiera en Estados Unidos el documental "Deadly Deception: General Electric, Nuclear Weapons and Our Environment" (Decepción mortal: General Electric, armas nucleares y nuestro medioambiente). El film, que mostraba los efectos que los experimentos secretos y los deshechos tóxicos nucleares arrojados por la compañía durante 21 años en Hanford, Washington, habían producido en la población de la región, generó un fuerte rechazo de la sociedad norteamericana hacia la empresa, que se tradujo en una disminución de las ganancias de la firma.
 
Con el objetivo de revertir la imagen negativa de la empresa y reparar el daño ocasionado, en 2004 General Electric lanzó el programa Ecomagination, orientado a la producción de artículos medioambientalmente más sustentables. Los resultados fueron altamente positivos: desde su lanzamiento, su gama de productos "amigables con el ecosistema" registra un ritmo de crecimiento de 100% anual, y hasta 2007 reportaba una rentabilidad de 12.000 millones de dólares.
 
Otro caso notable es el de la empresa de cosméticos brasileña Natura. La compañía nació a comienzos de los 70 ya con la premisa del respeto por la sociedad y el medio ambiente. De a poco, y siempre atenta a su compromiso con la responsabilidad y ética corporativa, la empresa fue ganado terreno en el mundo de la cosmética. Hoy la firma cotiza en bolsa, y su valor corporativo es el 113% del total de sus ventas, mientras que el de L´Oreal, su mayor competidor, es 33%, casi cuatro veces menor.
 

La situación local
"La cultura global de las organizaciones está alineándose hacia una competitividad sostenible que tiene como paraguas a los conceptos que podemos encuadrar bajo la RSE, entendiendo que no hablamos de un corpus cerrado sino en movimiento. Desde los organismos internacionales como Banco Mundial, Cepal, Unesco, BID, Pacto Mundial, WBCSD, etc. se está imprimiendo nuevas conceptualizaciones sobre el rol social de la empresa. Ya no es solamente la responsabilidad sobre las ganancias, sino que se tiene en cuenta otros impactos, como el social, al medio ambiente, la ecoeficiencia, la transparencia en la información, los derechos humanos", afirma Dellacasa.
 
Atentas a esta nueva tendencia, cada vez más empresas argentinas deciden iniciarse en el camino de la RSE.
 
En este sentido, Teresa Castillo, co-directora de D&C Consultores, señala: "Hoy los inversionistas también están evaluando la conducta socialmente responsable de las empresas y esto las grandes empresas lo están viendo. Además es importante destacar que las Pymes, se están acercando cada vez más a las consultas, participan de encuestas, eventos y han comenzado a trabajar desde adentro, inversamente a lo que sucede con las grandes compañías, que empiezan por lo externo (la comunidad)".
 
En Argentina las acciones de RSE más comunes realizadas por las empresas son las vinculadas con la comunidad. A la cabeza de los programas más elegidos por las compañías locales se encuentra el voluntariado corporativo.
 
Independientemente de qué tipo de acciones de RSE se elija poner en marcha, lo importante –destaca Castillo- es lograr que sean voluntarias y no impuestas, para aumentar la eficacia y eficiencia propia y lograr una competitividad sostenible.
 
 
 
Beneficios de la RSE

"A las empresas muchas veces les cuesta trabajar con la resistencia al cambio, implicar horizontalmente a todas las gerencias e incentivar a que la alta gerencia entienda los alcances y la sinergia de las acciones que implican una mirada a mediano y largo plazo, tal como se hace con el negocio cuando se piensa en perpetuar en el tiempo y no en el hoy o mañana. Otra dificultad que se les presenta es comprender y esforzarse por tener en cuenta nuevas políticas, debido a que así como vienen trabajando les resulta económicamente rentable", afirma Dellacasa.
 
Y concluye: "Entender la triple generación de valor y aplicarla es tarea difícil".
 

A pesar de ello, los especialistas aseguran que las empresas que logran superar estos inconvenientes y poner en marcha planes de RSE, logran importantes beneficios para su negocio. Los principales son:
 
  • Posibilidad de captar, retener y desarrollar trabajadores más motivados y comprometidos
  • Instalación en la sociedad de una imagen positiva de la empresa
  • Mejora de la reputación con los proveedores y accionistas
  • Obtención de mejores oportunidades de negocio
  • Creación de un vínculo más estrecho y armónico con la sociedad
  • Aumento de la eficiencia y reducir costos
  • Diferenciación de sus competidores
  • Mayor capacidad para responder a las demandas de los nuevos "consumidores comprometidos" un grupo que está en pleno ascenso en todo el mundo.
 

Un ejemplo argentino

El Grupo SESA Select, que hace más de 25 años trabaja proveyendo soluciones integrales en recursos humanos y personal temporario en el país, lleva ya incorporado el concepto de Responsabilidad Social desde su nacimiento, como parte de su esencia.
 
"Desde su fundación, el Grupo SESA ha mostrado un verdadero compromiso con el cuidado de su personal, con el entorno donde desarrolla su actividad y con la comunidad en general. Hoy que somos una empresa mucho más grande, con 31 sucursales, nos hemos visto obligados a canalizarlo a través de un área y focalizarnos en tres puntos", explica Elsa Zorrilla, Responsable de Asuntos Sociales y corporativos de SESA Select.
 
Los tres ejes sobre los que se desarrollan las acciones del grupo son: empleabilidad, erradicación del trabajo infantil e inclusión.
 
Dentro de la primera categoría, la compañía cuenta con el programa oficina móvil, que consiste en el reclutamiento y selección de personas en lugares públicos, y que está articulado con instituciones educativas, gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. La iniciativa, que se lleva a cabo en Rosario y localidades vecinas, reclutó el año pasado un total de 4070 postulantes.
 
En el mismo sentido, la empresa mantiene un convenio con el gobierno de Tucumán para la generación de 5500 puestos de trabajo y la implementación de acciones destinadas a combatir el trabajo en negro. Además participa y apoya distintos programas oficiales y de entidades independientes vinculados a la promoción y generación de empleo.
 
En materia de trabajo infantil, el Grupo SESA desarrolla un programa de guarderías infantiles destinado a los hijos de los cosechadores de uvas, con el objetivo de evitar que los trabajadores lleven los niños consigo a las bodegas. A su vez, la compañía forma parte de la comisión directiva del Conaeti, que es la red de empresas que trabajan junto al Ministerio de Trabajo en la prevención y erradicación del trabajo infantil.
 

En materia de Trabajo Infantil, el Grupo SESA desarrolla el programa "Wawa" (Niño/Niñez en quechua), que contempla la creación y soporte de guarderías infantiles destinadas a los hijos de trabajadores de las cosechas y el apoyo a escuelas rurales para combatir la deserción escolar. Estas acciones se realizan puntualmene en Mendoza y en el Noroete argentino. En este mismo eje, la empresa participa activamente de la red de empresas que trabajan junto al Ministerio de Trabajo en la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI).
 
En cuanto a la inclusión, el grupo es reconocido por su gran población femenina (55% de su staff permanente), ya sea en posiciones de línea como jerárquicas A su vez, la empresa apoya iniciativas de distintas organizaciones que trabajan el tema de la inclusión de personas con capacidades diferentes– como es el caso de la campaña "Por que se cumplan" de la Usina- y está en proceso de incorporación de empleados con estas capacidades en su plantel permanente.
 
Desde la empresa señalan que los resultados logrados por los distintos programas realizados hasta el momento fueron más que satisfactorios.
 
"La respuesta ha sido siempre muy positiva. La gente adhiere en forma natural a estos ejes estratégicos porque tienen que ver con la esencia cultural del grupo. El nivel de participación interna es muy alto y recibimos continuas inquietudes y propuestas a implementar de parte del personal,  lo que sirve para evaluar el sentido de pertenencia de la gente. Externamente, los buenos resulados los vemos en la cantidad de empresas u organizaciones que nos contactan porque están interesadas en articular acciones de responsabilidad empresaria con nosotros" afirma Zorrilla.
 
María Eugenia Baliño
 

IARSE lanzó los nuevos indicadores de RSE 2007/2008

IARSE lanzó los nuevos indicadores de RSE 2007/2008 
El Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) publicó el nuevo manual sobre prácticas responsables para grandes y medianas compañías
 
Con el propósito de seguir generando y actualizando diversas herramientas que les permitan a las empresas adoptar procesos e incorporar prácticas de Responsabilidad Social Empresaria en su gestión cotidiana, el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) lanzó los nuevos Indicadores de Responsabilidad Social Empresaria para Grandes Empresas 2007/2008.

Los Indicadores de RSE constituyen una herramienta de aprendizaje y auto-evaluación de la gestión de la empresa (de uso esencialmente interno) en lo que respecta a la incorporación de prácticas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), a la planificación de estrategias, y al monitoreo del desempeño general de la empresa.

Los nuevos Indicadores de Responsabilidad Social Empresaria para Grandes Empresas 2007/2008 están elaborados en base al manual original sobre RSE realizado por el Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social, de Brasil.

La publicación, adaptada a la realidad argentina, está dirigida principalmente a un público corporativo de grandes y medianas empresas, interesadas en incorporar prácticas y medir su performance general en materia de RSE.

Como cada año, el cuestionario está organizado en torno a siete grandes áreas:

  • Valores, Transparencia y Gobernabilidad Corporativa
  • Público Interno
  • Medio Ambiente
  • Proveedores
  • Consumidores / Clientes
  • Comunidad
  • Gobierno y Sociedad

Cada uno de estos grandes temas incluye un conjunto de indicadores, cuya finalidad es permitir a las empresas planear el modo de alcanzar un estadio más elevado en materia de responsabilidad social.

Compromiso empresarial con la responsabilidad social

Por Diario GESTION - PERU

La supervivencia y prosperidad de las empresas tienen relación directa con la resolución de las presiones económicas y comerciales, pero también las medioambientales, señala Alvaro Collas, experto en el tema.

¿Cómo plantear responsabilidad social empresarial si parece que el tema no es parte de una política empresarial en general?

El concepto de responsabilidad social, mal comprendido por muchas empresas, es un elemento que apoya a la compañía a ser sostenible. Hasta hace algunos años se estuvo aplicando muy primitivamente. Por ejemplo, se acudía al asistencialismo para cubrir las necesidades de las comunidades. Eso subsistió por mucho tiempo, hasta que se planteó un cambio y se determinó que los temas ambientales y sociales deben ser parte de la gestión de negocios.

¿Para alcanzar esta conciencia empresarial es necesaria una imposición externa, por lo menos inicial?

Creo que sí. Funcionó en los países donde se reforzó la legislación y se otorgó mucha autoridad a los organismos reguladores. Por ejemplo, en países donde este asunto está muy avanzado, como Noruega o Dinamarca, ya no existirán inspectores, las compañías se autorregularán. Esto porque al haber sido suficientemente reguladas y fiscalizadas han integrado los procesos a sus estrategias.

¿Y por qué el empresario no tiene la actitud de autorregularse rápidamente?

Porque en el corto plazo resulta barato no incorporar estos temas en la gestión empresarial, pero a largo plazo resulta muy costoso. Pero, desde hace algunos años observamos un cambio. Ahora se está planificando más a largo plazo, empujados, también es cierto, por presiones internacionales, como el TLC.

Lo curioso es que habiendo mucha participación de empresas de países desarrollados, las nacionales no se hayan involucrado rápidamente en el tema.

Este es un asunto interesante. Una empresa que todavía no sabe cómo comunicar todo lo que viene haciendo es porque carece de programas de responsabilidad social alineados con la estrategia de negocios, que asegure que toda actividad de inversión social ambiental otorgará en el largo plazo beneficios a la organización e impactará positivamente en la comunidad.

Definitivamente, es todo un cambio organizacional...

Si se desea hacer gestión ambiental hay que tener procesos adecuados, personas adecuadas, sistemas adecuados. A veces el ejecutivo de relaciones comunitarias no puede comunicarse con el de finanzas porque no hablan el mismo "idioma". El de finanzas tendrá que entender que cualquier acción ambiental o de relaciones comunitarias redituará en el futuro. Se podrá entonces informar a la comunidad de manera transparente, presentar un informe de sostenibilidad...

¿Cómo definir lo que es un informe de sostenibilidad?

En el informe de sostenibilidad se detalla lo que se está haciendo en materia social y ambiental y cómo repercuten estas acciones en lo económico.

¿Por qué no se produce esta unidad en la empresa?

Muchas veces el informe de sostenibilidad es visto como una herramienta de marketing, cuando es mucho más. Es una herramienta de gestión. Se pretende hacer un informe de sostenibilidad sin haber juntado a los ejecutivos de finanzas, de operaciones, de recursos humanos.

¿Cuál debe ser la característica de los profesionales que lo elaboran?

El desarrollo de las relaciones comunitarias y de responsabilidad social debe ser transversal a la organización. Veamos: logística debe comprar insumos buenos y asegurarse un stock. Ahora, para que el de operaciones considere temas ambientales, es decir que produzca con mayor limpieza, debe utilizar los insumos más limpios que compró el de logística. Esta puede ser la conexión en una planta industrial, lo que debe ser internalizado por cada trabajador de la compañía, y debe alcanzar incluso a los proveedores. Ahora, cómo debe ser la persona que lidere todo el proceso, te diría que varía de acuerdo a cada empresa.

Como el tema debe ser transversal en la empresa, ¿se puede llegar a pensar que todos deben estar al servicio de esta área?

Esta es como cualquier otra gerencia. En un caso ideal diría que muchas empresas están empezando a incluir un gerente de relaciones comunitarias o de desarrollo sostenible, que también ve temas ambientables. Recalco que es una función estratégica. Hay mineras, por ejemplo, que aún están en la fase de exploración, aún no han encontrado mineral, y ya están elaborando un plan de cierre de minas. No se puede explotar indiscriminadamente y sin voluntad de mitigar un riesgo que finalmente nos puede explotar en la cara.

¿En países como el nuestro se puede pensar en sostenibilidad cuando el Estado y el ciudadano rompen las reglas de juego?

Ser un buen ciudadano es entender límites, deberes y obligaciones. Diría que la responsabilidad social o ambiental nace en uno mismo. Tenemos una gran brecha educativa a cubrir así como un gigantesco impacto sobre la humanidad, pero cada vez el consumidor se va educando más y están surgiendo diferentes presiones, que se harán mayores conforme vayamos creciendo económicamente.

identikit

Nombre: Alvaro Collas.

Profesión: Economista.

Especialidad: Desarrollo Sostenible.

Cargo: Gerente del Área de Soluciones de Sostenibilidad Corporativa de PriceWaterhouse Coppers.

lunes, 4 de febrero de 2008

RSE evolucionó

¿Se arrepiente 'The Economist'?

La revista 'The Economist' de enero 17 está dedicada a la Responsabilidad Social Corporativa y su enfoque llama la atención porque es muy diferente al de hace un lustro, cuando Kofi Annan, secretario general de la ONU, lanzó el Pacto Global, que incluye las consideraciones sociales, ambientales y de transparencia en las decisiones de inversión empresarial. En ese entonces la revista sostuvo que la responsabilidad social de las empresas es hacer negocios, coincidiendo con Friedman quien afirmó que "la responsabilidad social de las empresas es aumentar las utilidades".

Ahora, 'The Economist' reconoce que hay un 'boom' de manifestaciones acerca de la ciudadanía, la sostenibilidad, la responsabilidad social, que se expresa en acciones de voluntariado, ayuda a los pobres, mejoramiento del trato a los empleados y campañas para salvar el planeta, aunque reconoce que mucho de eso es publicidad corporativa.

A juicio de la revista, los escándalos de empresas como Enron, World Com, la explosión de la planta química de Bhopal en India, el derramamiento de petróleo del carguero Exxon Valdez en Alaska y la resistencia de las firmas farmacéuticas a la producción de genéricos contra el Sida, han estimulado campañas globales contra las multinacionales, a lo cual han contribuido Internet y la proliferación de organizaciones no gubernamentales.

Las campañas contra Nike y GAP por utilizar mano de obra infantil, contra McDonald¿s por el impacto de sus productos en la obesidad de la población y las críticas a Google y Yahoo, por haber facilitado direcciones de sus clientes al Gobierno chino, información por la cual ya han sido apresados muchos internautas opositores, han colocado a las empresas a la defensiva.

El estudio de McKinsey afirma que el 95 por ciento de las sociedades encuestadas reconocen que en los últimos 5 años han aumentado las expectativas de que los negocios cumplan la responsabilidad social, y el estudio de Geoffrey Heal, de la Universidad de Columbia, muestra que 1 de cada 10 dólares que recibe una empresa se debe a su actuación socialmente responsable.

'The Economist' expresa que a pesar de la explosión de sellos y certificaciones sobre estos temas, aún es bajo el nivel de recordación que los consumidores tienen de las marcas socialmente responsables; pero admite que su inclusión en los currículos de los MBA de las más importantes universidades del mundo le ha dado al tema gran reconocimiento.

Frente a la actitud defensiva de las empresas, 'The Economist' refiere el estudio de Porter y Krammer (2006) en la revista de negocios de la Universidad de Harvard, quienes plantean que el tema debe verse de forma estratégica para convertirlo en una ventaja competitiva. La revista cuestiona si es posible la cooperación entre empresas o la interacción con las ONG; y ante el auge de las inquietudes sobre el calentamiento global, se pregunta si es viable una estrategia de este tipo frente a la competencia agresiva de países como China e India, donde estas preocupaciones son aún muy incipientes.

La conclusión de la revista es proverbial: hay que atender esas preocupaciones, solo para ser exitosos en los negocios.

Beethoven Herrera Valencia
Profesor de las U. Nacional y Externado

http://www.portafolio.com.co/port_secc_online/porta_opin_online/2008-02-05/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-3769327.html